Polilla Tramposa es un alocado juego de cartas en el que tendrás que hacer trampas para ganar. A diferencia de otros juegos en los que engañar está mal visto, aquí es una mecánica esencial. El objetivo es ser el primer jugador en quedarse sin cartas, pero algunas cartas no pueden jugarse de manera convencional… así que tendrás que deshacerte de ellas en secreto.

¿Cómo se juega?

El juego es rápido de explicar y fácil de aprender:

1. Se barajan y reparten las cartas.
2. Se coloca una pila de descarte en el centro.
3. En cada turno, los jugadores deben colocar una carta con un número inmediatamente superior o inferior al de la pila de descarte.

Pero lo interesante son las cartas de acción:

• Araña: Permite dar una carta a otro jugador.
• Mosquito: Todos deben poner la mano sobre la pila de descarte; el último en hacerlo recibe una carta de cada jugador.
• Cucaracha: Quien más rápido juegue una carta con el mismo número, se deshace de ella.
• Hormiga: Obliga a los demás jugadores a robar una carta.

El arte de hacer trampas

En Polilla Tramposa, no puedes jugar las cartas de polilla en la pila de descarte. Para deshacerte de ellas, debes hacer trampas sin que te atrape el chinche guardián, un jugador designado al inicio de la partida que vigila a los demás e intenta pillarlos en el acto. Si el guardián te atrapa, debes recuperar la carta que intentaste desechar y te conviertes en el nuevo guardián.

¿Por qué jugarlo?

• Rápido y sencillo de aprender: Perfecto para toda la familia.
• Divertidísimo y lleno de risas: Nadie se salva de las trampas y las acusaciones.
• Ideal para reuniones: Se juega en 5 minutos, se explica en menos y siempre deja ganas de más.

Si buscas un juego de cartas frenético, divertido y con un punto de picardía, Polilla Tramposa es una opción perfecta. ¡Engaña, roba, despista y diviértete como nunca!