Coge tu parche en el ojo, afila tu sable y prepárate para zarpar. En Sail, tú y otro valiente corsario os unís para surcar los mares más traicioneros en busca de riquezas… y de paso, evitar que el kraken os convierta en su almuerzo.

Este es un juego de bazas cooperativo para 2 jugadores con partidas rápidas y tensas de unos 20 minutos. La mecánica os obliga a coordinaros sin decir ni mú —una vez empieza la ronda, ni una palabra más, marineros—, así que tendréis que leer las jugadas del otro como buenos piratas que se entienden con una mirada.

El objetivo es claro: llevar vuestro barco hasta el destino sin que el kraken lo hunda. Pero ojo, no basta con jugar la carta más alta. Cada baza puede activar efectos especiales: mover el navío, disparar cañones o comeros un buen tentaculazo si no os entendéis bien.

¿Cómo va la cosa?

• Elegís un escenario (sí, hay varios, y se van complicando… mucho).

• Cada jugador recibe una carta de pirata con habilidades únicas.

• Se reparten las cartas de bazas (del 3 al 9) y se prepara el mazo del kraken.

• Jugáis 5 rondas… o menos si naufragáis antes.

• Solo podéis hablar antes y después. Durante la acción, toca jugar en silencio y rezar al dios de los mares.

La gracia está en que cada baza puede tener efectos distintos dependiendo de los símbolos combinados: cañones, tentáculos, timones, colas de ballena… Todo cuenta. Y cada jugada os puede acercar al destino… o al desastre.

Obra de los autores japoneses Akiyama Koryo y Kozu Yusei, con arte del genial Weberson Santiago, Sail es una joyita que cabe en cualquier rincón de la estantería pero que os dará horas de piques cooperativos, escenarios rejugables y decisiones que hacen sudar la bandana.

¿Lo tuyo son los juegos de cartas? ¿Te molan los desafíos a dos con tensión y risas garantizadas? Entonces Sail va directo a tu lista de favoritos.

Contenido compacto, precio pequeño, diversión del tamaño de un galeón.
¡Sube a bordo, capitán, y que tiemble el kraken!